Red Bull ha sido el patrocinador oficial del gran salto de
Félix Baumgartner a 39.000 metros de altura. Yendo más allá de los recursos
empleados por la publicidad tradicional, con esta campaña Red Bull no ha ganado
clientes, sino fans. Los expertos coinciden en que han logrado un marketing espectacular con una gran
repercusión mediática, y el resultado es que la imagen de la marca se ha
potenciado por todo el mundo. La compañía de Red Bull afirma que no se trató de
una acción publicitaria, sino de patrocinar disciplinas deportivas de alto
riesgo. De cualquier modo, el hecho de apoyar proyectos con carácter humano es
una gran fórmula para llegar al público. A pesar de ser un proyecto arriesgado
que implicaba muchos riesgos, Red Bull ha salido ganando, y esta hazaña
–comparable para algunos con la llegada del hombre a la luna- será recordada en
la posteridad.
Rosario G. Gómez y Paloma Marín, "No es un anuncio, es una publicidad impagable", El País, miércoles 17 de octubre de 2012.
El salto al vacío de Félix Baumgartner implicó una
exhaustiva preparación. Dados los riegos que podía conllevar el cambio de
temperatura o de presión atmosférica, fue de vital importancia que la
cápsula estuviese herméticamente cerrada. Por otra parte, analizar todo el
proceso lleva consigo una serie de desmitificaciones que los no entendidos en
física tenemos sobre la gravedad y otros aspectos: en primer lugar, que el
influjo gravitatorio alcanza gran distancia y los astronautas flotan debido a
la velocidad de las naves y no porque no haya gravedad en el espacio; en segundo lugar, es falso que en el vacío
una persona explote, aunque sí puede sufrir graves y mortales consecuencias
debido a la baja presión; por último, no es cierto que a mayor altura más
peligrosa sea la caída, ya que el aire en la atmósfera estabiliza la velocidad
de caída y esta no supera los 200 km/hora.
Vicente Montes, "Física tras el gran salto", La Nueva España, jueves 18 de octubre de 2012.
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